Un comeback intencional
¡Aceptémoslo, a todos nos impactó el estilo de vida pandemia!
Solía decir que fuera de las afectaciones de salud y socio-económicas a nivel global, estaba feliz con más horas dentro de casa, cerca de quienes amo, con más tiempo para mí y demás. Sin embargo, con el tiempo también empezó a sentirse los vacíos y espacios que dejaban la vida que quedó atrás.
La falta de rutina y responsabilidades con clientes, equipos de trabajo y amigos, desestabilizaron un ritmo de vida, que si bien no era 100% rutinario, cumplía con un esquema que impulsaba el enfoque de cada día. Mi energía y creatividad ya no eran cotizadas como antes, ni tampoco eran sujetas a los tanto proyectos tangibles y visibles que alentaban mi trabajo; todo eso desapareció (afortunadamente).
La situación global nos invitó a estar más hacia dentro, tanto física como emocionalmente, para quienes hemos sabido ver más allá, esto ha sido un regalo para transformarnos.
Si bien, existía un gran alivio por un lado que nos permitió soltar aquello que ya nos pesaba, también nos invitó a cuestionarnos hacia dónde y cómo para re direccionar y fortalecer nuestro para qué.
Debo confesar que han habido momentos en los que me cuestioné y exigí mayor productividad, más contenido, más “SHOW OFF” en las redes sociales cada vez que el ego salía a relucir en un mindset de comparación y competencia. Afortunadamente, mi ser interno ya salió a la luz hace algunos años, y su intención es más fuerte recordándome de una u otra manera que mi proceso ha sido totalmente válido y genuino.
He aprendido, o entendí, que los sueños no nacen de un día para el otro, los sueños requieren tiempo de interiorización, de soñar despiertos, de visualizar posibilidades y de experimentarnos en diferentes y nuevas situaciones. Sé, que mi negocio es un reflejo absoluto de quien soy yo y eso es una gran oportunidad y responsabilidad al mismo tiempo. Para honrarme a mí, también debo honrar mi trabajo y el de los demás.
Soy creyente que los cambios que mueven al mundo, ponen a prueba todo tipo de estructura, y lo que ya no es viable ni sostenible termina de cerrar su ciclo.
De igual manera, este shift nos dejó un espacio gigante para reconciliarnos con la vida y hacer consciencia de cómo queremos ahora usar nuestros tan valiosos recursos como lo son nuestro tiempo, nuestro intelecto y nuestra energía además de también elegir de quién queremos recibirlos.
He amado ser testigo de cómo he ido cambiando de piel, de creencias, de necesidades, de objetivos y como resultado, también lo ha hecho The Human Co.
Si puedo resumir los distintos insights y aprendizaje que me ha dejado esta maravillosa transición, es que definitivamente no deseo hacer algo carente de intención que no haga eco a un sentido de vida mayor. Es muy distintos movernos desde la necesidad, la cual viene desde un lugar de carencia, a moverse desde un lugar de deseo, el cual proviene de la abundancia.
La vida finalmente nos dice que es hora de volver hacia fuera, de conectar, de crear y entregar. ¿Cómo hacerlo al mismo tiempo que se es fiel a uno mismo? Mi respuesta es: con INTENCIÓN.
La intención va más allá del famoso dicho “el cielo está lleno de buenas intenciones”, en el que nos han enseñado que las intenciones no son suficientes. En caso de que dicha
“intención” esté carente de consciencia, definitivamente se quedará en un simple pensamiento.
A nivel espiritual, la intención es la fuerza prima de la vida y de todo aquello que sucede. Una planta no puede crecer sin intención, al igual que el cuerpo humano no puedo moverse sin esa intención biológica, mental y hasta energética.
Entonces, regresar a la vida allá afuera con intención significa saber hacia dónde quiero moverme, cómo quiero hacerlo y sobre todo para qué.
Todos hemos sido testigo de una transición mundial en la forma de hacer las cosas a todo nivel, entonces si todo cambió, ¿porqué seguir haciendo las cosas de la misma manera? Y peor aún, ¿porqué seguir siendo las personas de antes?.
Don´t get me wrong! La esencia de quienes somos se honra y cultiva, y si aún no te has dado cuenta, no somos nuestros puestos de trabajo, títulos universitarios, status y mucho menos la cantidad de followers que tenemos.
Somos nuestras intenciones, esa fuerza vital que nos genera pensamientos de posibilidades y nos anima a tomar decisiones en nuestro día a día que marcan nuestro camino. Somos nuestras elecciones precedidas por nuestras emociones que finalmente dejan una huella que nos representa.
Un comeback intencional va más allá de regresar a un espacio físico de trabajo, viajes o a una vida más social, si no más bien al cómo y al para qué lo hacemos. Ya no es momento de hacerlo de forma superficial, automática y sin sentido. Todo lo contrario, que cada interacción, idea, creación y entrega que damos estén llenas de intención.
¿Cómo podemos hacerlo?
Cultiva principalmente la relación contigo mism@.
Toma decisiones, pequeñas o grandes, que honren tu nuevo YO.
Crea intencionalmente desde el deseo y no desde la necesidad.
Elige a quién quieres entregar tus valiosos recursos y de quién los quieres recibir. La respuesta debe basarse en el crecimiento y valor mutuo.
Elige también a qué quieres enfocar tu energía y también a que ya no.
Move! Permite que tu energía se mueva.
Permítete experimentar. Experimentamos cuando vivimos algo nuevo o cuando lo mismo se hace de una manera diferente.
Olvida las tendencias, honra tus regalos y entrégalos al mundo.
Sé amor
Estas prácticas, que pueden ser desarrollados de distintas maneras, te aseguran interiorizar una vida con bases más solidas para cultivar una verdadera vida con intención. Y esto, nos permite evolucionar.
Si todo está evolucionando, ¿por qué nosotros no?
En nuestra vida y en THCo. hemos elegido el deseo de seguir transformándonos para crear y contribuir.
Qué gusto que nos acompañes en este camino.